Hace pocos días vio la luz un proyecto que llevaba alrededor de una década gestándose. Hablamos de AgriDiCo, una plataforma digital que busca conformarse como un punto de encuentro para todo el ecosistema de productores, empresas y profesionales que hoy están trabajando con agricultura digital, y también para quienes pretendan hacerlo.
El concepto es simple: conformar una comunidad que permita, a modo de un café entre amigos, compartir experiencias y contactos para impulsar esta nueva agricultura, y animar a quienes todavía no dieron ese primer paso. ¿La buena noticia? Ninguna empresa que haya comenzado a emplear estas nuevas herramientas dio marcha atrás!
La agricultura digital, o más bien el uso de herramientas digitales para la agricultura, llega en el momento justo. La coyuntura y la presión impositiva achican cada vez más los márgenes agrícolas, por lo que la mejor opción es ser más eficientes tanto en la siembra como en las aplicaciones y los controles.
Para la agricultura digital, el mayor insumo es la información depurada y de calidad sobre cada campo para tomar las decisiones más acertadas en menor tiempo. Esto optimiza todo lo demás y ahorra muchísimo dinero al productor. AgriDiCo entonces permite vincular a los productores con una amplia oferta de startups del sector y empresas que brindan esa información y otorgan variadas y valiosas herramientas para gestionar esos datos. De esta manera también se vinculan con proveedores que puedan acercar lo necesario en el tiempo justo. AJU es uno de ellos.
Entre los datos más valiosos que se podrían analizar para alguien que busca producir mejor se pueden citar la ambientación (delimitar espacialmente los ambientes en función de su aptitud productiva); la validación de esos ambientes (encontrar el “porqué” del comportamiento diferencial de cada ambiente, cuáles son sus limitantes, y en qué magnitud cada uno afecta a los rendimientos); los rendimientos por ambientes (poder cruzar un mapa de rendimiento -o de cosecha- con una mapa de productividad para conocer los rendimientos por ambiente de cada unidad productiva); la respuesta a la fertilización (dejando una franja de testigo con dosis 0, luego es posible analizar la respuesta productiva y económica de la fertilización en cada uno de los ambientes de cada lote).
Esto nos permite determinar la dosis óptima de cada parcela ahorrando dinero; el monitoreo georreferenciado (genera un registro de cada estación de monitoreo con fotos y datos específicos que permiten, por ejemplo, meses después encontrar explicaciones al comportamientos productivo de los cultivos, generar mapas de maleza, etc).
Cruzar todos estos datos le da al productor la posibilidad de realizar diversos análisis que luego se traducirán en mejores prácticas con menores costos. Por ejemplo, si desde la agricultura digital el productor conoce que el ambiente de Muy Alta Productividad del “Lote 5” rindió 8,200Kg/Ha de maíz, sabrá de manera más acabada la demanda de Nitrógeno que tendrá para la próxima campaña en dicho ambiente, lo que redundará en un uso más eficiente del insumo fertilizante y en un mayor retorno de la inversión. Si sólo esto lo multiplica por cada lote, el retorno de la inversión será mucho mayor reduciendo costos de fertilización y dosis de siembra.
“Creo que lo primero que debería hacer un productor que desea comenzar a trabajar con agricultura digital es asesorarse sobre el camino que tomaron productores conocidos que ya estén trabajando con Agricultura Digital. Luego, determinar qué aspectos debe mejorar en su campo o empresa para optimizar el resultado de su actividad, conocer cuáles son los puntos críticos más sensibles y que, al mejorarlos, obtendrá un alto impacto económico. No deberían ser más de dos o tres. Esto le permitirá saber dónde debe hacer foco y conocer qué empresas de las conocidas como AgTechs deberá contactar para comenzar a trabajar”, explica Ezequiel Krieger, uno de los ingenieros agrónomos que encabeza AgriDiCo y asesor en agricultura digital.
Ezequiel Krieger, asesor en agricultura digital.
La agricultura digital promete también un nivel mucho más elevado de sustentabilidad, dado que es posible lograr un uso más eficiente de los insumos. Al aplicar la cantidad justa de cada insumo (ni más ni menos) en función de la demanda del cultivo, además de mejorar el resultado económico se estará disminuyendo el impacto ambiental de la actividad haciéndola más sustentable.
En este presente -y aún más en el futuro- una empresa agrícola exitosa es aquella que es sostenible (rentable) y además lleva a cabo prácticas de manejo que le permiten ser sustentables.
Aquellas empresas que son rentables hoy, pero descuidan las buenas prácticas agrícolas e implementan un manejo no sustentable, no podrían pensar en sobrevivir a largo plazo. La agricultura digital debe entenderse entonces como una inversión y no como un gasto.
Es aquí donde AgriDiCo cobra fuerza, perfilándose como una de las mayores comunidades digitales del campo, donde los productores, empresas y profesionales digitales pueden encontrarse para compartir inquietudes, experiencias y, sobre todo, respuestas concretas para mejorar la productividad.
Fuente: Equipo de Comunicación AJU
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