La avanzada digital y tecnológica en el agro demanda en la Argentina dar rápidos pasos en materia de conectividad, habida cuenta de que en muchas zonas del país este se presenta como un flanco débil en infraestructura.
José Peiretti, técnico de Inta Salta, sostiene que Argentina atraviesa una situación coyuntural vinculada con la conectividad a lo largo de todo el país. “Obviamente, si hablamos de provincias o de zonas productivas, en la pampa húmeda ese problema está minimizado”, analizó.
Conexión en tiempo real
En el caso de Salta, la provincia cuenta hoy con una producción agrícola y ganadera respetable; se realizan silajes de maíz, de sorgo, de pasturas megatérmicas y templadas y se utiliza maquinaria que demanda opciones de conectividad en tiempo real para los diferentes procesos.
“Desde cualquier parte del mundo, uno puede saber en su notebook o celular qué está sucediendo con la máquina, cuánto trabajó, si tuvo algún problema técnico; la máquina sola se conecta con el distribuidor o el concesionario”, describió Peiretti.
Y sostuvo que, así como en el hogar todo el equipamiento y dispositivos pueden estar interconectados, producto de la “Internet de las cosas”, lo mismo debe estar disponible en el campo. “Ya no podemos depender, si una máquina empieza a fallar en el medio del campo, de una camioneta que salga disparando al pueblo más cercano”, ilustró.
Cosechadoras de forraje
Para “sacarle el jugo” en forma correcta, este tipo de maquinarias tienen que estar interconectadas entre sí, dijo Peiretti. Si se trabaja con más de uno de estos equipos, estando interconectados se acomodan sólos adentro del lote para trabajar coordinados, con el cabezal todo el tiempo en carga completa, sin tener que hacer distancias con cabezal incompleto, lo que sumaría ineficiencia del trabajo.
El carro forrajero también podría estar interconectado con la picadora para manejarse en forma coordinada y así descargar en el lugar que se le indique.
Fuente: La Voz Agro
Comments