La tecnología en el agro, conocida como "agtech", ha transformado profundamente la producción agrícola en todo el mundo. A través de figuras pioneras como Carlos Becco, exploramos cómo este movimiento ha echado raíces en Argentina. Desde innovaciones en biotecnología hasta el crecimiento de startups locales, el agtech ha comenzado a jugar un papel vital en la agricultura argentina, promoviendo métodos más sostenibles y productivos. Para entender el recorrido y los próximos pasos, revisamos algunos hitos y cambios significativos.
Hitos en la Historia del Agtech
Desde el inicio del siglo XX, han surgido momentos clave que dieron forma a la industria del agtech. Uno de los pioneros fue Henry Wallace , un productor de Iowa, EE.UU., que en 1926 fundó una compañía semimillera que eventualmente se convirtió en líder mundial, y en 1999, fue adquirida por Dupont. Este fue uno de los primeros pasos hacia el desarrollo de la tecnología agrícola en Estados Unidos, y luego se expandió a nivel global con la llegada de la Revolución Verde, que incrementó las áreas de cultivo mediante prácticas intensivas.
En 1996, Monsanto lanzó su línea de biotecnología agrícola, revolucionando el sector con la introducción de cultivos modificados genéticamente. Posteriormente, en 2006, dos ex-empleados de Google fundaron The Climate Corporation , empresa que creó una plataforma para analizar datos climáticos y agrícolas, y que fue adquirida por Monsanto en 2013. Este fue un hito en el agtech, ya que evidenció el potencial de los datos y la tecnología digital en el agro. Finalmente, en 2018, Monsanto fue adquirida por Bayer, uniendo a dos gigantes del agro en una sola empresa que lidera en biotecnología y sostenibilidad.
Oportunidades para el Agtech en Argentina
En Argentina, el contexto está más que preparado para la adopción de tecnologías agtech. Carlos Becco señala tres razones principales en su libro La Digitalización del Agro: la profesionalización de quienes lideran las empresas agropecuarias; la gestión de campos por generaciones jóvenes, con un promedio de 50 años; y el modelo de alquiler de tierras, donde los contratistas rurales buscan tecnologías que mejoren la rentabilidad. Este ambiente crea un terreno fértil para la innovación y la integración tecnológica en la agricultura argentina.
Startups y el Ecosistema Agtech
Con alrededor de 100 startups agtech en el país, el ecosistema aún es incipiente, pero prometedor. Muchas de estas startups son jóvenes, con solo unas pocas superando los cinco años de actividad, lo que refleja el desafío de sobrevivir y escalar en un mercado competitivo. Entre las destacadas, Bio4 se ha consolidado como una de las primeras empresas en producir bioetanol de maíz en Argentina, un modelo de economía circular con impacto positivo en la comunidad local.
En los últimos años, surgieron otras startups notables. Seed Matriz, dedicada a encapsular semillas para mejorar su calidad y uniformidad, ha ganado terreno en mercados internacionales como Estados Unidos. Ceres Demeter, por su parte, desarrolla productos biológicos y nanotecnológicos para el agro, con presencia en Brasil y Paraguay, y ahora con pruebas en EE.UU.
Los Desafíos y Futuro del Agtech en Argentina
El futuro del agtech en Argentina depende de que estas innovaciones aborden problemas específicos, de manera que sean escalables y rentables. Carlos Becco subraya que las tecnologías deben ser simples e intuitivas para el usuario, y efectivas en términos de rentabilidad. En este sentido, el potencial es inmenso, pero también desafiante: el éxito no solo depende de la creación de soluciones, sino también de que estas sean accesibles y efectivas para los productores.
Con un entorno que facilita la adopción tecnológica y una creciente red de innovadores locales, el país se perfila como un actor clave en la agricultura del futuro.
Fuente: Valor Agregado Agro, Fernanda Bireni
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