Soja y trigo HB4 resistentes a la sequía y con potencial exportador inmenso: plataformas digitales para compartir prácticas agrícolas; drones para supervisar la siembra; pulverizadoras cada vez más efectivas. Si la historia de la agricultura en la humanidad está marcada por los avances tecnológicos, la Argentina siempre estuvo a la vanguardia, desde la siembra directa hasta la incorporación de apps en distintas etapas de la producción.
En el ámbito de la logística, en cambio, el campo viene más rezagado con respecto a lo que sucede en otros sectores como el retail, que mostró un enorme avance a partir del ecommerce durante la pandemia. Durante este tiempo lograron bajar enormemente los tiempos de entrega en el puerta a puerta para satisfacer la creciente demanda y esto dio lugar a 10 mil nuevos puestos de trabajo. En lo que refiere a la logística agrícola local, es evidente que los camioneros son fundamentales. Aunque con disparidad, una parte se adoptó y con esfuerzo emprendedor hoy cuentan con vehículos de última tecnología. Pero hay un problema que trasciende su medio de transporte.
En un país tan grande y con una geografía tan variada, el proceso de gestión de la demanda de los camiones en el campo es bien compleja: la necesidad se concentra en las temporadas de cosecha, las cargas se distribuyen en un territorio extenso y la planificación se ve afectada por el clima. Una lluvia en medio de la cosecha puede demorar la carga desde una hora hasta varios días y el transportista queda en la incómoda situación de que si espera esta carga puede perder algún viaje posterior programado.
A eso hay que agregarle la diversidad de infraestructura y de culturas de nuestro país, que hace que muchos proveedores sean informales en los procesos administrativos. Para los productores y empresas del agro, esto es un dolor de cabeza que solo puede ser resuelto por este nuevo paradigma de sencillez y digitalización. Las complejidades burocráticas muchas veces son argumentos que propician la ilegalidad. En este nuevo paradigma, la formalidad no es una opción sino una vocación de estar en regla para resguardar a las personas y garantizar transacciones transparentes.
La contratación del servicio de transporte comenzó un proceso de transición muy interesante. De la misma manera en que empresas como Amazon y Netflix generaron una transformación total que parecía imposible en rubros como el retail o el alquiler de películas, nuevos actores estamos hoy en ese proceso en el campo. El mercado es aún grande y poco explorado como para que soluciones digitales colaboren para hacer más eficiente el proceso de transporte en todo el país.
Para mantenerse a la vanguardia del agro se requiere seguir evolucionando en forma constante. En esa búsqueda también se puede comprender que la logística es un eslabón más dentro de una cadena de producción altamente eficiente, que necesita efectividad en todo el proceso. Desde ahí surgen nuevos interrogantes: ¿Cómo podemos afrontar el problema de conectividad que tienen algunas zonas? ¿cómo podemos llevar el agro a nuevos lugares del mundo? ¿Cómo se puede mejorar la trazabilidad que es cada vez más demandada en el negocio? Las preguntas después pueden transformarse en faros de un largo camino.
Para las organizaciones, desligarse de los minuciosos detalles que requiere la logística les permitirá volver a poner el foco en el corazón de su negocio: la producción de más y mejores alimentos. Todavía hay un enorme camino por recorrer para alcanzar soluciones para todos los actores de la cadena de valor del agro. Más simple y más digital.
Fuente: Perfil
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