Cuando el primer satélite fue lanzado para explorar el espacio, era difícil imaginar que se utilizaría para cubrir las necesidades de la agricultura. Su destino eran nuevas galaxias, no los campos. Hoy en día, avanzadas tecnologías nos permiten observar la Tierra casi en tiempo real y utilizar sus datos para un número ilimitado de aplicaciones, incluida la agricultura.
Con la aparición de nuevas opciones competitivas surge la pregunta: “¿por qué usar satélites si existen drones para el campo y la agricultura?”. Para aclarar este asunto, necesitamos averiguar qué puede hacer cada uno de ellos y cómo pueden complementarse entre sí.
SEGUIMIENTO DEL CAMPO
Cuando se trata de precisión, los drones para agricultura no tienen rival. Pueden acercarse a la tierra y hacer tomas que distinguen entre maleza y cultivo o mostrar cada planta en busca de enfermedades o plagas. Los drones pueden acercarse a la superficie en un ángulo agudo muy próximo a 0, lo que permite crear modelos en 3D. Sin embargo, cuando no se requiere alta precisión las imágenes de alta resolución parecen innecesarias.
También hay casos en los que los drones o VANT y los satélites no compiten entre sí, sino que se complementan. Cuando detecte un área con problemas en una imagen de satélite puede actualizarla, ya sea con un dron o con la aplicación Scouting, y resolver el problema de manera correspondiente.
A continuación, se muestra una breve comparación de posibilidades y ventajas:
El alcance de un satélite es más amplio: capta todo el territorio a la vez. La vigilancia con drones lleva más tiempo y puede requerir varios vuelos de los VANT.
Una imagen espacial es completa: no hay necesidad de juntar varias tomas realizadas por los drones en un solo plano ortográfico y no hay efecto “mosaico”.
Las imágenes de satélite están georreferenciadas y, por lo tanto, indican la ubicación de la zona con problemas en el campo.
No se requiere piloto/operador de VANT ni licencias/permisos. Los drones para agricultura deben ser operados por especialistas con licencias de vuelo expedidas por las autoridades.
Los datos satelitales se almacenan en archivos. Así, usted puede viajar en el tiempo y ver lo que sucedió en el área en un momento determinado. Con esta información, usted puede analizar fácilmente las tendencias en la región. Usted también hacer un seguimiento de los problemas que se repiten con frecuencia en el campo y decidir si vale la pena comprar ese terreno, como lo hace Clay Mitchell de Iowa. Las imágenes de dron sólo muestran el estado actual.
OTRAS APLICACIONES
¿Para qué más se usan los drones en agricultura además de para hacer un seguimiento de la situación?
Los satélites y drones fumigadores de las cosechas se complementan entre sí de forma eficaz. Por otro lado, hay otras características únicas que poseen.
Los satélites pueden proporcionar la siguiente información:
medir la radiación de microondas en nuestro planeta;
predecir precipitaciones o sequías, eventos climáticos extremos;
determinar la composición del suelo;
mostrar la etapa de desarrollo del cultivo;
indicar áreas con problemas, zonas ineficientes o no cultivadas;
estimar el rendimiento actual y futuro;
mostrar la dinámica de las actividades agrícolas (en comparación con años anteriores).
Esto permite tomar decisiones respecto a la aplicación de nutrientes, construcción de desagües, suministro de agua adicional, etc.
La vigilancia con drones puede prevenir los robos; también muestran en detalle el proceso de riego y el uso de EPP. Estos matices son demasiado sutiles para las imágenes de satélite.
LIMITACIONES EN LAS OBSERVACIONES AÉREAS
1. Condiciones climatológicas. Los drones vuelan por debajo de las nubes, por lo que el tiempo nublado sigue siendo aceptable para ellos. Sin embargo, son sensibles a las rachas de viento. De todos modos, las condiciones meteorológicas son temporales.
2. Alcance de área. Ciertas restricciones hacen que el uso de drones sea totalmente imposible. Así, están prohibidos en las proximidades de zonas controladas, como objetivos militares o aeropuertos.
Los drones deben ser visibles para el operador, por lo que su uso también está restringido en el espacio. Además, su utilización en los territorios vecinos debe ser a menudo acordada con otros agricultores a los que tal vez no les guste que puedan revisar sus campos también.
3. Tiempo. Los satélites vuelan alrededor de la Tierra dentro de un cierto intervalo de tiempo, es decir, cada 3 ó 5 días. Cuando se necesita revisar un área inmediatamente, es más rápido activar un dron.
La productividad de los drones depende en gran medida de sus baterías. Por lo tanto, su duración de uso es limitada.
4. Precio. Los drones para agricultura no son baratos, ni para comprar ni para alquilar. Cuanto mayor sea el área a vigilar, mayores serán los gastos. Un satélite cubre todo el territorio con una sola toma, no importa lo grande que sea.
Los drones son buenos para inspeccionar áreas pequeñas o cuando se necesita alta precisión. Los satélites otorgan un equilibrio perfecto entre la resolución adecuada y el área analizada. Son más baratos casi en el 100% de los casos.
5. Procesado digital de datos. Las imágenes espaciales pueden ser tratadas en plataformas agrícolas en la nube que proporcionan acceso a muchas herramientas, mientras que los agricultores tienen que procesar las imágenes de los drones para agricultura o VANT con software externo. Esto también aumenta los costes.
CROP MONITORING – SU OJO EN EL CIELO
Dependiendo del propósito, es lógico usar satélites, drones o combinarlos. Tal vez, la observación con satélites es una buena manera de empezar, ya que es más simple, accesible y rentable que drones agrícolas. Plataformas como Crop Monitoring pueden darle el mejor resultado a buen precio.
Esta plataforma online proporciona seguimiento por satélite y servicios relacionados. No sólo ofrece registros recientes e históricos de campo, sino que también permite a sus usuarios:
crear índices de vegetación como NDVI, EVI, SAVI, ARVI, GCI o NDWI;
automatizar la vigilancia del estado del campo mediante alertas;
realizar zonificación y clasificación de los cultivos;
gestionar riesgos meteorológicos (muerte invernal, choque frío y choque térmico);
identificar las etapas de crecimiento de los cultivos;
predecir rendimientos;optimizar el uso de fertilizantes;
comparar el rendimiento del campo con las tendencias promedio en la región;
explorar los campos (incluyendo la gestión y sincronización de tareas).
ENTONCES, ¿QUÉ ES MEJOR: SATÉLITES O DRONES PARA AGRICULTURA?
Con satélites y drones, la agricultura experimenta cambios drásticos a mejor. Las innovaciones recientes permiten a los agricultores inspeccionar más fácilmente sus campos. Como resultado, pueden producir mayores cosechas.
Obviamente, la elección depende de las necesidades de cada uno. Cuando se trata de grandes granjas, la posibilidad de inspeccionar vastos territorios es mucho más importante que las imágenes de alta calidad. Así que, en este caso, las imágenes espaciales son más que suficientes.
También proporcionan a los agricultores actualizaciones automáticas regulares y no requieren de software adicional para procesar las imágenes obtenidas. Con el seguimiento por satélite, no hay necesidad de comprar e instalar hardware. Las plataformas online proporcionan acceso a todas las herramientas necesarias para el procesado de datos. Usted no tiene que obtener licencias o contratar pilotos entrenados.
Las grandes plataformas ofrecen un paquete “todo incluido” para gestionar sus campos sin dolores de cabeza y con el objetivo de hacer la agricultura más productiva, teniendo en cuenta cada detalle. Sin gastos adicionales, los satélites controlan todos los riesgos. Así, los agricultores pueden detectar todas las amenazas a tiempo y responder rápidamente para mejorar la situación.
Se trata de una estrategia en la que gana siempre. En primer lugar, usted ahorra dinero utilizando tecnologías más costosas sólo cuando realmente se requieren. En segundo lugar, usted gana más dinero abordando el problema inmediatamente, evitando así pérdidas.
Fuente: Eos.com
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