“La agricultura de precisión se desarrolla con dos socios estratégicos. Por un lado, la maquinaria con todo su equipamiento tecnológico y por otro, las plataformas con las aplicaciones de la agricultura digital. Estos dos jugadores están comprometidos con una agricultura cada vez más precisa, cada vez más sostenible apuntando al logro de la mayor productividad y a la vez cuidando el ambiente”, comienza explicando el Ing. Agr. M. Sc. Fernando Scaramuzza, Coordinador Proyecto Estructural, Desarrollo y aplicación de tecnologías de mecanización, precisión y digitalización de la Agricultura del INTA Manfredi.
“A su vez estas tecnologías apuntan al desarrollo del territorio, porque demandan muchísima mano de obra de todo tipo, y satisfacer esa demanda, no deja de ser un dolor de cabeza, ya que se requiere mano de obra profesional para el desarrollo de softwares y para poner todo lo que es la tecnificación en la maquinaria, pero luego también se precisa mano de obra para poner en marcha todo el equipamiento”, detalla el experto.
En este sentido, comienzan a jugar una serie de factores que se entrelazan, como la tecnificación de la maquinaria agrícola, y en tal sentido, detalla el entrevistado, “ya en el 2019 percibimos que se daba un cambio muy marcado en la Argentina en cuanto a la revolución de toda la electrónica al servicio de la sembradora. Y esto es fundamental en la mayor calidad o eficiencia en la siembra del maíz”.
"En INTA tenemos medida la diferencia de la calidad de siembra lograda por una misma máquina al pasar de un equipamiento mecánico a uno eléctrico, la cual se puede expresar en rendimientos promedios 8% mayores para el sistema de transmisión eléctrico respecto a la caja mecánica variable", dijo.
Bajo una condición normal de siembra de maíz de segunda en la zona centro de Córdoba, con una densidad de siembra de 60 mil plantas/ha y sembrando a una velocidad promedio de 7 km/h, se registró una diferencia de rendimiento promedio de 400 kg/ha a favor del sistema de transmisión eléctrico. Esto representa una diferencia de 80 US$/ha (precio de agosto del 2021) o su equivalente a un camión por cada 75 ha.
A esta diferencia, se suma la potencialidad de trabajar con corte por sección ya que los pilotos automáticos son otra gran incorporación en lo que es el planteo de siembra y en la zona de solapamiento ello representó un 6% aproximadamente de ahorro en semillas de maíz o su equivalente aproximado a 15 US$/ha.
“Estas mejoras en la sembradora precisan de la facilitación que ofrece la agricultura digital que permite mejorar el diagnóstico aplicado a la toma de decisiones futuras, y todo digitalizado para que la sembradora comience a dosificar insumos a tasa variable. Es decir que comience a aportar la cantidad de insumos necesarios para cada ambiente y para potenciar el rendimiento de cada ambiente”.
Ese proceso esta facilitado por una serie de herramientas como las imágenes satelitales, los mapas de rinde que nos dicen cual es el potencial de cada ambiente, la información que nos brindan las herramientas para el relevamiento de suelos, como las rastras de electro conductividad y el equipo SoilOptix que nos entrega un mapa de suelo de alta definición en poco tiempo, para balancear con gran detalle la nutrición del cultivo. Y entonces programamos la máquina para garantizar la calidad de esa fertilización de arranque.
“No olvidemos que se había dejado la práctica de la fertilización a la siembra por cuestiones de logística, de mantenimiento de la máquina y porque al ser corrosivo el fertilizante, arruina la sembradora. Hoy se pasa a las fertilizaciones líquidas al costado y en la línea de siembra. Y ya se piensa en la aplicación de bio insumos, procurando la máxima eficiencia de nutrición desde el comienzo del cultivo”, observa Scaramuzza.
Luego vendrá la fertilización con el cultivo en estados de mayor desarrollo, en función de lo que ocurra con el clima. En este plano, viene desarrollándose la agricultura digital para hacer la fertilización cuidando el insumo porque este tiene un peso importante en el resultado económico del cultivo del maíz.
“Otra herramienta que se suma es la telemetría y haciendo un poco de prospectiva podemos ver que nos falta un poco en comunicaciones entre la máquina y esa nube de datos en formación que forma parte de la agricultura digital. Por ende, es necesario empezar a trabajar en esos dispositivos que van a comunicar la máquina a la nube, como lo planteó la plataforma digital de Bosch Novonex en su momento ganando el premio en Agritechnica en el 2019”, señala.
“Las decisiones hoy bien tomadas pasan por la posibilidad de acierto que nos ofrece la agricultura digital y la evolución va en ese rumbo, atendiendo la máquina a distancia, como ya lo hacen distintas empresas concentrándose en responder a las necesidades del productor, del operario, con el objeto de resolver los problemas en el momento oportuno, lo más rápido posible”, dice el ingeniero.
“La tecnología digital disponible es mucha y el nivel de conectividad en el campo es medio, lo cual puede afirmarse con base en los datos del IICA (Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura), del BID (Bando de Desarrollo) y Microsoft, que hicieron un estudio para determinar el nivel de conectividad en el campo", agregó.
Desde INTA realizaron una encuesta de alcance nacional, la cual más allá de que tenía otros objetivos, también relevaron este aspecto y obtuvieron como respuesta que el 70% de los encuestados declaró contar con un nivel de conectividad entre medio y regular.
“También es necesario mejorar el trabajo que se hace tranqueras adentro. Es decir que, al momento de salir a sembrar, es necesario controlar la regulación de la máquina, en cuanto a la profundidad de sus cuchillas, la profundad de siembra, la carga sobre las ruedas niveladoras de profundidad y su regulación, como se encuentra el grado de desgaste del doble disco en cuanto como deja el fondo de surco (en “V” o “W” es decir su condición de desgaste), que no se fratache el surco, como trabajan las ruedas tapadoras.
Sin olvidar que en el caso del maíz, es bueno formar el camellón que le facilita la emergencia a la plántula, gracias a las tensiones físicas. Tampoco ha de olvidarse que para realizar los ajustes de la parametrización de siembra, contamos con Apps de siembra, como "Campero" de INTA”.
“Otra necesidad mirando el panorama en prospectiva, es que las empresas cuenten con departamentos de tecnificación, con el objeto que la tecnología instalada en los equipos sea aplicada con éxito, combinando esa gran sembradora con una plataforma digital. De lo contrario la sembradora será utilizada solo como una máquina con tecnología y será sub aprovechada” sostiene el experto.
“En resumen, para tener un buen resultado agronómico es necesario trabajar tranqueras adentro con la sembradora, y luego activar la tecnología disponible con la ayuda de la agricultura digital”, dice Scaramuzza.
Fuente: Clarín
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