En la actualidad, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, se consume un 30% más de agua potable del que la naturaleza puede reemplazar a nivel mundial. Esto demuestra la importancia del cuidado de este recurso, sobre todo, en industrias como la agricultura. El 70% de este exceso de consumo de agua se utiliza en el sector agrícola, donde cumple un rol fundamental para la etapa de germinación, crecimiento y su cosecha posterior.
En esa línea, resulta indispensable que la tecnología, de la mano de la biología se dispongan como aliados clave para el desarrollo de productos y servicios innovadores que permitan preservar el recurso hídrico. A partir de una mejora en la eficiencia del cultivo, es importante mantener las propiedades naturales de las plantas durante todo el ciclo de siembra y, por otro lado, que presenten una mayor resistencia frente a condiciones ambientales adversas.
El 70% de este exceso de consumo de agua se utiliza en el sector agrícola
En esa línea, la agricultura está teniendo un gran avance, dejando de lado el uso de fuertes agroquímicos y seleccionando insumos biológicos tales como microorganismos, extractos de plantas y otros componentes naturales para el control de plagas y como estimulantes biológicos que permiten el crecimiento y la absorción de nutrientes para las plantas, entre otros usos. A su vez, al utilizar la tecnología microbiana se pueden incrementar las raíces secundarias y los conductos radiculares, generando plantas más robustas y brindando mayor estabilidad al desarrollo inicial de las plantas.
Por otro lado, también resulta clave el uso de estas prácticas innovadoras con el objetivo de caminar hacia procesos que sean más sustentables, brindando mejores resultados y minimizando los impactos negativos sobre el medio ambiente. Si se observan las emisiones de gases de efecto invernadero, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el 28% corresponden a las actividades de la agricultura.
Esto demuestra la incidencia de la industria en el ecosistema y la importancia de asumir la responsabilidad como actores sociales con el fin de generar procesos que sean más seguros, limpios y de bajo impacto ambiental.
Resulta imprescindible reemplazar los productos químicos que sean nocivos para la salud y el medioambiente, y reemplazarlos por microorganismos que contribuyan en la fertilidad del suelo
En la actualidad, la sociedad exige, cada vez más, hábitos de consumo que generen un menor impacto ambiental y alimentos que no hayan sido alterados ni manipulados en exceso, garantizando así prácticas sustentables, mejorando su bienestar propio y la salud, sin contribuir en un impacto negativo para el ecosistema. Por este motivo, también resulta imprescindible reemplazar los productos químicos que sean nocivos para la salud y el medioambiente, y reemplazarlos por microorganismos que contribuyan en la fertilidad del suelo, brinden un equilibrio en la captación de agua y generen alimentos de mayor calidad y más naturales.
Sin duda, los microorganismos en conjunto con la biotecnología son entonces, el presente y futuro de la agricultura moderna, beneficiando la biología del suelo y el cuidado del medio ambiente, cómo también aportando mayor rentabilidad al productor y brindando alimentos de la más alta calidad. En esa línea, son las organizaciones y los productores quienes deben apostar en este camino, invirtiendo en la investigación y la ciencia de los cultivos, creciendo así la rentabilidad de sus campos y potenciando de manera integral a la industria agrícola sustentable.
Fuente: Infobae
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