Las empresas agroindustriales están sumamente comprometidas en el cuidado de los recursos naturales. Uno de los casos de colaboración para potenciar la producción de alimentos de forma sustentable es el Parque de Investigación de la Universidad Estatal de Iowa (ISU), en Ames.
En el corazón productivo de Estados Unidos se creó un predio que reúne a empresas y startups agtech con los agricultores interesados en acceder a tecnologías que hagan más sustentable su producción. Desde 2019 son más de 100 empresas reunidas allí, algunas globalmente reconocidas como Kent Corporation, Sukup Manufacturing Co, Boehringer Ingelheim, Merck Vermeer Corporation y Zoetis. otras son startups en pleno crecimiento; por ejemplo: Summit Carbon Solutions, que trabaja para reducir la huella de carbono o Dryland Genetics, una empresa de semillas que busca desarrollar nuevas variedades de mijo.
Las organizaciones educativas y de productores de Iowa están liderando el camino para garantizar que la agricultura sea parte de la solución a los desafíos globales, mientras cuidan el medioambiente. Del otro lado del mostrador, los consumidores se suman a la tendencia de demandar productos agrícolas que usen “labranza cero”.
En la Argentina existen diversas opciones para mejorar los márgenes de sustentabilidad. A modo de ejemplo, una empresa que usa la geomática se llama Big Eye, cuyo fundador es Ignacio Zanelli, y opera en Tigre, Buenos Aires.
Produce drones de alta velocidad para riego y siembra. Usando los drones y satélites capturan y procesan datos multiespectrales, analizan las imágenes y las transforman en información para que el productor tome decisiones.
“Los drones y satélites de Big Eye permiten reducir exámenes complejos de estrés hídrico, nutricional, sanitarios y físicos sin la necesidad de recorrer exhaustivamente los lotes para encontrar las problemáticas en los cultivos”, comentó Zanelli.
Para los productores que buscan dar un giro más sustentable en su producción, brinda dos ventajas: el uso de 90% menos de agua para riego y la reducción de la huella de carbono, ya que al usar motores eléctricos no liberan CO2.
También muestra buenos resultados a nivel productivo, ya que los drones generan 90% más de impacto en los estratos inferiores de los cultivos y la turbulencia de sus aspas generan una corriente descendente para que las aplicaciones sean más efectivas y con menos probabilidad de deriva.
La oferta de tecnologías para producir de forma sustentable está disponible. También sigue creciendo el interés de los VC (Venture Capital - Capital de riesgo) en invertir en este tipo de startups, por tratarse de una tendencia clara del mercado. Para los productores que estén abiertos a usarlas, estarán cumpliendo un rol esencial en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, sin dudas una gran tarea para el futuro.
Fuente: La Nación Campo
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